Solo creed, solo creed....

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solo creed, solo creed todo es posible, sólo creed

domingo, 22 de julio de 2007

Tabernaculo Bethelehem "Casa del Pan de Dios"
YO QUIERO

Yo quiero entrar en el Santo Templo
Sí, en el Santo Templo de mi Dios
Junto al altar de oro, el Arca, el candelero
y el perfume, junto a los Santos que alaban
su nombre por toda la eternidad
Yo quiero estar en el Santo Templo de mi Dios
Llenar mi copa de su Amor extraordinario
Como Moisés, Abrahán y Elías
yo quiero ver la Gloria de mi Dios manifestada.
Enciende Señor el perfume, derrama el aceite de la unción
Habita en mi pobre corazón, refresca mi alma
dame un canto nuevo de alabanza.
Llévame a la tierra prometida, quiero ver el cielo nuevo,
oír la gran Voz que está anunciando, un tiempo nuevo.

Yo sé que viene presto y sin tardanza el perpetuo Ministerio
prometido que viene desde el Alfa hasta la Omega.
Sí, yo quiero entrar en el Santo Templo de mi Dios
Derramar mi corazón en el lugar Santísimo

¡OH Señor ¡ yo sé que un cielo nuevo está a la mano
que nada de lo dicho será en vano,
una tierra eterna donde no hay noche
está esperando por aquellos que buscamos
entrar al lugar Santo, El templo Eterno, morada
de aquel Rey que sin tiempo un día estuvo con Abrahán.

Ahí está tu Santo Templo descendiendo
del cielo nuevo, donde Tú eres la luz.
Cierro mis ojos y puedo imaginar:
La santa claridad de un día nuevo,
como nunca imaginé, un día sin el clamor
de angustias y dolores, sin niños vagando
por las calles, sin viejos muriendo sin amor,
sin hombres matándose por nada o mujeres
escondiendo sufrimiento tras una carcajada.

Puedo ver descender la ciudad de oro puro
El jaspe, el zafiro y la esmeralda adornando
los muros que guardan la ciudad.
Allí están las doce puertas tan hermosas como perlas.

Yo quiero entrar Señor, al Templo Santo.
Eres Tú lumbrera eterna, eres Tú el Santo Templo.
La Gracia de tu Amor hoy expresada nos habla
de un nuevo amanecer, donde el tiempo ya no es más
Yo quiero entrar en Santo Templo de mi Dios.

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Dama

Dama, Tú eres parte de un hermoso ramillete,
suave, sencilla y hermosa hueles como flor silvestre
delicada, santa y pura eres delante de Dios, hablan de ti
Los Proverbios, te llaman la bienaventurada,
mujer virtuosa ¿quién la hallará?
Eres la esposa amada, fuerte y trabajadora.
Sabiduría y templanza, la dama pone en su mesa.
Fortaleza a su marido, consejo sabio a su hijo
La dama extiende sin prisa, tomando de Dios consejo.
Madre y esposa es la dama, que nunca deja de serlo
mujer sabia que edifica su casa en el fundamento
A ti se te dio la gracia de tejer la fina manta
Más valiosa que oro y plata es la manta que Tú tejes
en silencio, y sin descanso día y noche no abandonas tu trabajo.
Manta tejida con hilos finos, hilos de oración y ruego
Para cobijar los tuyos, cubrirlos del frío intenso
El frío de los problemas, de luchas y desazones
Que en nuestras vidas se agitan, nunca desmaya tu afán
Uno a uno vas tejiendo los finos hilos de amor.
La dama en su simpleza teje minuciosamente la fina manta de amor.
Le lleva toda la vida este don que Dios le dio
cuelgan cual perlas preciosas lágrimas de amor y gozo
no descuida su trabajo, ¡Que privilegio tan grande ¡es ser simplemente Dama.

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